sábado, 1 de noviembre de 2008

Casamiento judío

Una curiosidad constante del judaísmo es el anhelo milenario de regresar a Jerusalem, desde el exilio.
Y tan es así, que hasta se refleja en la tradición del casamiento judío, sin que la mayoría de los que se casan lo sepan siquiera.
Una característica poderosamente visual de un casamiento judío, es la del novio rompiendo una copa de vidrio hacia el final de la ceremonia.
Esta costumbre se origina en el Talmud, y con ella se recuerda la destrucción del Templo de Jerusalem. En el momento en el cual se está formando un nuevo hogar, se hace la identificación con el hogar judío nacional representado por el Beit Hamikdash, que aún sigue destruido.
También parece ser que es en recuerdo del rompimiento de las primeras Tablas de la Ley.
Cuando se rompe la copa, la gente dice ¡Mazal Tov!, que significa buena suerte.

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