Hoy, cuando volvía a mi casa, se me cruzó por delante un gato negro.
A las dos cuadras, otro gato negro.
Y yo pensé: "Bueno, es mi año de suerte, dos gatos negros en menos de 5 minutos es demasiada suerte".
El cerebro humano funciona de forma supersticiosa, y yo hace mucho tiempo que invierto todas esas creencias estúpidas y las convierto en actos postitivos y optimistas.
O sea, a mi todo me da suerte.
La superstición según Wikipedia.
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2 comentarios:
Gracias por el comment en AMIA y Yom Kippur. Te agradecería si puedes reenviar el post a todos tu contactos.
La idea no es sólo que la gente lea el post -más allá de las diferencias que puedan surgir- sino que tome una postura autocrítica y se movilice y asocie a AMIA si así lo juzga conveniente. Creo que es un buen fin, al menos uno con impacto en la "vida real".
Saludos,
BP
Crúcense gatos por delante mìo blancos negros o barcinos .
Lo peor del caso es que se nos cruza Obama.
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