En la vida de un hombre su tiempo es sólo un instante, su ser un flujo incesante, sus sentidos una débil y fugaz luz, su cuerpo comida de gusanos, su alma un torbellino inquieto, su destino oscuro, y su fama dudosa.
En definitiva, todo lo que es del cuerpo es agua que corre, todo lo que es del alma son sueños y vapores; la vida es una guerra, una estancia breve en un país extranjero; y después de la reputación, el olvido. ¿Dónde puede el hombre encontrar el poder de guiar y cuidar sus pasos?
En una cosa y sólo en una: el amor al conocimiento.
Marco Aurelio (Meditaciones).
Emperador del Imperio Romano.
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