viernes, 16 de octubre de 2009

La plata nunca se acaba

Después de la crisis argentina del 2001-2002, uno podría erróneamente pensar que en el país ya no había más dinero para robar (me refiero a la corrupción gubernamental).
Pero no es asi.
Siempre y cuando exista una población que trabaje, se le podrán cobrar impuestos.

En realidad los impuestos no deberían ser "impuestos", sino que deberían ser "obligatorios", sí, pero el contribuyente debería sentir (idealizando, claro), de que es una contribución no obligatoria.
Eso en el caso de que los impuestos volviesen a la sociedad.
Pero en la Argentina, lo recaudado va directo a los bolsillos de los gobernantes de turno.

Entonces, quién quiere pagar impuestos?

1 comentario:

ana maria parente dijo...

La cuantiosa fortuna que tienen tambièn deriva de los aportes de aquellos a quienes benefician INDIRECTAMENTE con sus ABSURDAS POLITICAS.