Me sorprendó la similitud de las expresiones y experiencias de éstos dos músicos sobre la ciudad de París.
Mozart, en su segundo viaje a París, ya de adulto y con su madre, si bien obtiene cierto éxito allí, odia la ciudad y su gente.
Allí se enfermó él mismo, y también falleció su madre.
A Mozart todo le parece mal en París, desde las calles llenas de mendigos, hasta la artificiosidad de las mujeres, pintadas como marionetas, y sobre todo la música:
“Toda la música francesa no vale un comino”.
A Enrique Santos Discépolo, París no lo deslumbra, por el contrario dijo sobre la ciudad:
“París al principio da la impresión de una ciudad inhospitalaria.
Pero cuando uno la conoce a fondo, cuando se adentra en su alma, cuando profundiza en la intimidad de los parisienses, entonces ... entonces es más inhospitalaria todavía”.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Sin ser agresivo, Paris esta llena de franceses.... eso dice todo.
Angel:el retrato de la crisis te lo hace gira gira.Retrata la degradación del hombre de clase media por el crimen de la crisis.
Mucha gente "dormía en los caños de la cloaca que eran de la firma A TORANT S A ",por eso se los llamò los atorrantes.
Esa fué la crisis ,coletazo de la del 29.Pero la crisis nuestra de fines del siglo veinte y principios del veintiuno fuè tremenda tambièn.
Publicar un comentario