jueves, 10 de julio de 2008

En el ascensor

Todos conocemos lo que sucede cuando entramos a un ascensor con otras personas desconocidas.
Nadie se habla ni sabe a donde mirar ... miran el techo, el reloj o los numeritos de los pisos al pasar ...
Es una situación de presión social, donde los espacios individuales casi no existen, estamos todos medio apretados.
Además, nadie se saluda.
A mi, en particular, me cuesta encontrarme con gente y no decir al menos "hola".
A veces entro a un ascensor lleno de gente, saludo, y nadie responde, me ignoran de forma genial, ja, ja.
Ayer, en el ascensor, había solo una señora mayor, y cuando la saludé se sorprendió (para bien), y me dijo que ella ya se cansó de saludar porque no le respondían.
Se alegró mucho de que le haya dicho "shalom" (el equivalente al "hola" en castellano).
Resultado: nos hicimos amigos y conversamos hasta la salida del edificio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

y estan los que hablan bajito con su acompañante... jajaja
En Buenos Aires, en la empresa donde trabajo, generalmente se saluda con un buen dia y al bajar se dice "hasta luego" aunque uno no conozca a las personas.

Anónimo dijo...

Es notable pero en Bs Aires ahora la gente es mucho más cordial que antes.
Cuando yo vine en mi adolescencia de las provincias me parecìan sumamente frios los porteños ,ahora en cualquier parte la gente conversa.

samuel dijo...

A veces la blogosfera es como un ascensor. La gente se ignora, aunque esta en el mismo lugar.

t dijo...

Angel,
será en todo Baires?
Todo el edificio es una sola empresa?

Cruzcampo,
puede ser ...

samuel dijo...

:)