domingo, 29 de junio de 2008

Cortázar, la flor, la chica y yo

Fue el viernes, 27 de junio de 2008.
Iba yo en el ómnibus al trabajo, a las 8 de la mañana, cuando una hermosa chica de no mas de 22 años se sienta enfrente de mí, en los asientos opuestos.
Con gafas de sol, y auriculares, parecía estar en su propio mundo. Yo eventualmente cabeceaba y me dormía de a ratos y la verdad es que no le preste mayor atención, no ella a mí (creo o creía).
La chica tenía en sus manos una pequeña flor de petalos blancos y amarillos, a los cuales acariciaba y olía ...

Si bien nunca logré terminar de leer un libro de Julio Cortázar, la situación me hizo recordar a un extracto de uno de sus libros, que alguna vez leí por ahí:

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: "Es como una flor".

Historias de cronopios y de famas.


De pronto la chica se incorpora, me sonríe y me regala la flor (tenía dos), se dirige hacia la puerta de salida, y a los pocos segundos se baja del ómnibus.

Mi única reacción fue decirle "gracias".
Me quedé pensando en esa chica desconocida, y en lo sencillo que es regalar alegría.
She made my day.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me extraña que un momento mágico te haya remitido a un texto de Cortazar...

Manuelita dijo...

Coincido con Virginia...dale muchas oportunidades..empeza por distintos lados, que ya vas a encontrar el que te atrape