viernes, 18 de abril de 2008

Jacuzzi de los decapitados

Me mandaron esta foto como una broma, y me hizo reir, pero tambien me hizo pensar.
Alguna vez, hace muchos años, hice bailar a un pollo, antes de descuartizarlo, para cocinarlo.
No soy un tipo impresionable, puedo ver sangre o gente muerta sin problemas.
Pensaba en como a veces jugamos con los muertos, ya sean animales o personas, pero en el caso de personas nos parece una falta de respeto.
Hace unos dias publique una foto de gatos muertos, utilizados en experimentos de dudoso caracter cientifico. Tengo dos gatos que quiero muchisimo y la foto me indigno.
Hoy son pollos, que muchos de nosotros comemos.
Un conocido me contaba una vez como los soldados americanos se fotografiaban con soldados muertos irakies, en la primera guerra del golfo, les ponian un cigarrillo en la boca y se fotografiaban.
Tambien me han contado historias de estudiantes de medicina que juegan con miembros de los muertos con los que estudian anatomia.
Ojo, no censuro a la foto que publico, que es graciosa, y creo que jugar con la muerte es normal en la naturaleza, pero si hablamos de respeto, creo que le debemos el mismo respeto al pollo, al gato, al chimpance o al hombre muerto.
Imaginense a 4 hombres o mujeres decapitados en la misma posicion, en la foto.
O a 4 chimpances, a 4 plantas de lechuga, ya muertas.
Como funciona nuestra escala de valores eticos?
Respeto para el pollo, que me alimenta, sin saberlo, para poder yo seguir viviendo y escribir este post.

7 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo no consigo encontrarle la gracia a la frivolización de "jugar" con el cadáver de alguien. Y no porque sea impresionable, que no lo soy, sino porque me merecen respeto y así me educaron.
Un saludo.

PD: no sabía que tuvieras gatos...
Hace años me llamó la atención la cantidad de estos animalitos que hay en Tel-Aviv.

t dijo...

Jugar con la muerte se da en la naturaleza tambien, asi como el gato juega con el raton antes de matarlo o las orcas con su presa antes de matarlas tambien.

Raquel Barbieri dijo...

Marcelo...

No comparemos una planta de lechuga con un hombre... en el orden de la naturaleza, la lechuga está para saciar nuestro hambre y nosotros, tenemos un organismo tantito así más complicado.

Me pasa lo que a Carlos con este tema.

Claudia dijo...

No, no me causa gracia ni con pollos, ni con gatos ni con ningún otro animal; obviamente que mucho menos con un ser humano.
Las lechugas... esas sí me gustan cortaditas para ensalada.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Mi padre siempre les torcìa el cogote a los pollos.
Un dìa le torció a uno y al rato el pollo estaba comiendo maiz

t dijo...

Raquel,
no importa si es lechuga, mosca, raton o lo que sea.
Mi post es un desafio para las mentes pensantes.
Creeme que no lloro cuando corto la lechuga ni cuando como carne :)
Ademas, te aclaro, que conozco gente, que en la escala natural esta por debajo de una planta de lechuga.

Claudia,
tu sed de clorofila es monstruosa :)

Ana,
tendria torticolis el pollo y tu papa lo curo.

Anónimo dijo...

genial la contestación