Me lo regalaron los amigos de mis padres en 1978, cuando realicé mi Bar Mitzvah.
Lo recibí hace 30 años y varios meses, y me sigue despertando día a día.
Que cómo es que aún lo conservo y funciona?
Yo creo que se dá una combinación especial; por un lado, suelo cuidar mis pertenencias, y por el otro, creo que los productos fabricados en aquellas épocas eran de mejor calidad y más robustos.
Es raro pensar que mi Paxi me ha despertado desde mi último grado de primaria, toda la secundaria, todos mis empleos, y lo ha seguido haciendo en Israel, sonando en hebreo, árabe, ruso, español, y algún otro idioma no identificado.
Actualmente la radio no funciona, pero me sigue despertando con su dulce y maldito sonido que me hace saltar de la cama por las mañanas.
Creo que es una historia de amor la nuestra, yo lo cuido y el me cuida, me marca los ritmos de la vida, me ayuda a no llegar tarde, y me dice cuando descansar.
Recién pensaba, que si muero antes que él, no habrá quien apague la alarma, o quizás, su alarma chillona me haga regresar del otro mundo.
En la foto, sobre la derecha, tapando el dial, se encuentra una tarjeta de teléfono, utilizada para tapar la luminosidad de los números.